La Reina Isabel II será enterrada con estas joyas de alto valor sentimental
Era muy importante para ella que cumplieran su deseoLa monarca hizo esta última petición como gesto de amor a su esposo, Felipe de Edimburgo
El fallecimiento de la Reina Isabel II causó gran impacto, no solo en la familia real, también en miles de británicos que siguen llegando a la capilla ardiente instalada en el palacio de Westminster de Londres para rendir homenaje a la monarca y en medio de los preparativos de su último adiós, surgió la duda de si será enterrada con alguna de sus valiosas joyas y la respuesta es sí.
El lunes por la tarde, la Reina Isabel II será inhumada en privado, en Windsor, será después de los funerales de Estado que tendrán lugar esa misma mañana y ahora, Lisa Levinson, jefa de comunicación del National Diamond Council, explicó que la monarca pidió que dejaran junto a sus restos dos joyas de alto valor, no económico, sino emocional.
Lisa Levinson, jefa de comunicación del National Diamond Council, dijo en entrevista para el diario ‘Metro.co.uk’ que la Reina Isabel II quería ser sepultada con su anillo de casada, una joya hecha con oro extraído de la mina de Clogau ST. David.
De acuerdo con la experta, la Reina Isabel II quería este gesto como símbolo de amor a su esposo, el duque de Edimburgo, quien falleció el pasado 9 de abril de 2021 a los 99 años de edad, por otra parte, también era su deseo que le dejaran puestos unos pequeños aretes de perlas que apreciaba demasiado.
“Su Majestad era mujer increíblemente humilde de corazón, por lo que es poco probable que esté vestida con algo más que su simple anillo de bodas de oro galés para descansar y un par de aretes de perlas”, dijo Lisa Levinson.
¿Qué pasará con su icónico anillo de compromiso?
Uno de los grandes misterios de la realeza recae en el anillo de compromiso que el duque de Edimburgo le dio a la Reina Isabel II, pues esta joya tiene una piedra proveniente de Gales y de acuerdo con el libro ‘Prince Philip: A Portrait of the Duke of Edinburgh’ fue mandado a hacer especialmente para la monarca.
Felipe de Edimburgo quería que fuera una pieza muy especial, así que le pidió al joyero encargado de hacer la pieza que tuviera una inscripción en su interior y decidieron que fuera un secreto, así que decidieron que nadie más viera el mensaje.
Se sabe que el joyero guardó el secreto por siempre y se encargó de hacer la joya que tiene una piedra preciosa que le dio el zar de Rusia, Nicolás II a su esposa Alexandra, cuando la madre de Felipe contrajo nupcias con el príncipe Andrew, su padre.
Lo más probable es que en los próximos días la siguiente en conocer el secreto sea la princesa Ana, la única hija de Isabel II, quien será heredera de tan especial joya.