El día que James Cameron quedó atrapado en un submarino entre los restos del Titanic
El director de Avatar y Titanic casi no vuelve a la superficieEl cineasta tiene una fascinación con el océano y ha tenido la oportunidad de bajar a los restos del Titanic más de 30 veces
James Cameron es uno de los cineastas más aplaudidos y premiados de la industria del entretenimiento en Hollywood, el famoso ha sido multipremiado, especialmente por dos de sus películas más taquilleras Avatar y por supuesto Titanic, la cual se ha convertido ya en un clásico del cine.
Todos conocemos la historia detrás del barco que naufragó cerca de la Isla de Terranova, pero para poder realizar esta cinta, el director fue parte de múltiples expediciones en las que, algunas en un submarino de uso científico, pudo acudir a las exploraciones del legendario barco.
Es bien sabido que Cameron tiene una fascinación por el océano, más allá de sus películas, parece ser que uno de sus pasatiempos es visitar el fondo del mar frecuentemente pues ha estado ahí en 33 ocasiones, siendo una de las más recientes, la más peligrosa de todas.
Esta expedición al punto más profundo del océano se realizó el 26 de marzo de 2012, el cineasta acudió con una invitación de National Geographic, desafortunadamente en esta ocasión, a diferencia de las anteriores, hubo una complicación que lo mantuvo cerca de 16 horas bajo el mar.
Algo que no se menciona con frecuencia es el gran riesgo que supone acercarse a los restos de la embarcación, cualquier tipo de submarino está expuesto a quedar atorado entre los escombros y fue esto precisamente lo que le ocurrió a él, su expedición quedó atrapada contra una parte del barco.
A esta profundidad hay una serie de corrientes marinas intensas de las que es difícil librarse, lo que ocurrió en esa ocasión es que una de ellas presionó al submarino contra el barco impidiéndole moverse, esto por cerca de 16 horas.
Vale la pena destacar que este sumergible en el que viajaba Cameron se construyó de forma secreta, personas de todo el mundo cooperaron para su construcción la cual tomó siete años en completarse y afortunadamente a pesar de las fallas técnicas, el cineasta volvió a la superficie sano y salvo.