¿Qué es la intubación y cómo ayuda a pacientes graves con covid-19?

Durante la pandemia se ha hablado mucho sobre la intubación, un procedimiento que se realiza en pacientes con graves síntomas de covid-19 y el temor a necesitar de un respirador creció luego de que José Luis Alomía Zegarra, director general de epidemiología declarara en abril de este año que entre el 60 y 80 por ciento de pacientes que requieren intubación por las complicaciones de la enfermedad no sobreviven, pero ¿sabes qué es la intubación y en qué ayuda?

Se trata de una medida que se usa cuando ya no existe otra alternativa, pues los pacientes graves de covid-19 tienes problemas para respirar, entonces se conecta a un respirador con el fin de suministrar oxígeno suficiente para vivir, así como proteger al paciente de hemorragias. Cabe mencionar que se utiliza en casos en los que la saturación de oxígeno es demasiado baja y no satisface las necesidades del organismo.

Para la intubación se seda al paciente, esto debido a que es un proceso demasiado invasivo, se da un relajante muscular, se coloca un instrumento a través de la tráquea y el respirador se encarga de suministrar el oxígeno necesario, así como deshacerse del dióxido de carbono.

El respirador cuenta con un humidificador para calentar y humedecer el aire inyectado, además el paciente tiene una mascarilla con una válvula que alterna el sentido de circulación de aire.

La mayoría de los pacientes que se recuperan con la ayuda del respirador suelen tener que recurrir a terapia física para recuperar el habla a la perfección y la capacidad de respirar e ingerir alimentos con normalidad.

¿Cómo evitar una intubación?

Es cierto que este procedimiento se utiliza para varias afectaciones, pero en el caso de pacientes covid-19, la mejor manera de evitar llegar a este punto es la atención temprana. En conferencia, Hugo López-Gatell, el subsecretario de salud, explicó que constantemente la enfermedad se confunde con resfriados y se deja pasar mucho tiempo antes de acudir con un especialista, lo que aumenta de gran forma las posibilidades de presentar complicaciones.

“Dejan pasar un día, dos días, tres o cuatro días y no sienten nuevos problemas, hasta que el quinto día no pueden respirar, tienen un enorme cansancio por la poca concentración de oxígeno en la sangre y apenas empiezan a detectarlo”, contó el funcionario público”, explicó.​

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