Científicos confirmaron, en un estudio, que chismear demasiado envejece

El chisme se ha convertido en pan de cada día en la vida de las personas, pues es una práctica muy común en la mayoría de las sociedades que se extendió a lo largo de la historia. El hábito de contar historias, compartir información o rumores sobre la vida de otras personas se ha vuelto un método de entretenimiento, incluso como una manera de crear conexiones con otros individuos.

Pero no solo es un ejercicio de interés social, debido a que el lado de la ciencia también ha mostrado interés en el chisme, pues científicos confirmaron un hecho insólito para muchas personas y es que un reciente estudio que realizaron arrojó que el chisme produce efectos poco conocidos en nuestro cuerpo.

Se revela que el chisme en exceso envejece

La investigación reveló que esta famosa práctica podría acelerar el envejecimiento. Según los expertos, hablar constantemente sobre la vida de otras podría afectar gravemente la salud, tanto física como mental.

La razón detrás de esta aseveración, es por el estrés que genera el chisme, pues lo que conlleva comúnmente eshacer juicios sobre los demás, lo que puede producir enojo, malestar o tristeza, por saber y platicar sobre distintos temas. 

Esto va de la mano con que el cuerpo libere hormonas del estrés como el cortisol, que cuando se encuentra en un nivel elevado, se puede ejercer un envejecimiento prematuro de la piel y un deterioro de la salud en general.

Como evitar envejecer por el chisme

Aunque podría parecer que esta actividad es inofensiva, se demostró que en ocasiones no lo es, ya que podría estar haciendo más daño del que imaginamos, por lo que, expertos recomiendan que en vez de pasar tanto tiempo hablando sobre las acciones de los demás, se podría cambiar por realizar actividades más saludables que aporten al cuerpo, tal como hacer ejercicio, meditación o yoga.

Además de que mentalmente, el hacer juicios dañinos sobre otros también afecta, por el contrario, si se opta por pensar en cosas más positivas como hablar conscientemente y sanamente, podría mejorar no solo las relaciones sociales, sino también conservar la juventud por más tiempo.