Eva Longoria modela en México el traje de baño blanco que sí resalta la figura
¡El blanco siempre es una gran idea!La actriz deslumbró en Yucatán con un traje de baño de más de 4 mil pesos
Eva Longoria es una de las celebridades que siempre ha resaltado su amor por México, por lo que constantemente la vemos disfrutando de su cultura, gastronomía y por supuesto lugares turísticos, como en esta ocasión en la que modeló un traje de baño blanco en Yucatán.
En sus redes sociales, la actriz de ‘Esposas desesperadas’ compartió una serie de imágenes en las que aparece en Yucatán, disfrutando de algunos de los sitios turísticos, pero una fotografía en especial causó revuelo, ya que posó en lo que parece ser un cenote y mostró la forma correcta de usar un traje de baño.
En la foto se ve a Eva Longoria ingresando al agua y utilizando un traje de baño de una sola pieza en color blanco, con mangas y cierre frontal, además resalta por tener pequeñas aberturas en toda la zona de los brazos y los costados.
Con esta fotografía, Eva Longoria demuestra que el blanco sí es una buena opción cuando se trata de resaltar la figura, pues contrario a lo que se cree, puede ser un gran aliado siempre y cuando se utilice el modelo correcto según cada tipo de cuerpo.
¿Cuánto cuesta el traje de baño de Eva Longoria?
La actriz disfrutó de algunos lugares turísticos de Yucatán con un traje de baño de la marca GIGI C que lleva el nombre de ‘Traje de surf Riley’. Según la página oficial, lo podemos encontrar en diferentes colores como azul, rojo, rosa, verde, amarillo y lila, entre otros, además está confeccionado de tal forma que ni el cierre, ni las costuras produzcan incomodidad.
En la página se puede ver que el traje de baño que usó Eva Longoria tiene un valor de 260 dólares; es decir, poco más de 4 mil 60 pesos.
La actriz compartió estas imágenes para anunciar que ya está disponible el nuevo episodio de la serie ‘Searching for México’. En la nueva entrega se verá a Eva Longoria aprendiendo a hacer recado, para lo que escogió los ingredientes, los cocinó y molió, con ayuda del chef Roberto Solís.
Para grabar el episodio, Eva Longoria recorrió el mercado de Santiago, la Ermita de Santa Esabel y las calles amarillas de Izamal.