Nadia revela el infierno que vivió tras salir de ‘La Academia’
La cantante reveló que tras su salida del reality show se convirtió en blanco de fuertes burlas
Nadia Yvonne López Ayuso saltó a la fama en 2002 cuando ingresó a La Academia, el reality show de TV Azteca que seguía los pasos de 14 jóvenes en su lucha por un lugar en la industria de la música. Con su carisma y talento, Nadia se ganó el cariño del público que la apoyó para que permaneciera en el concurso de talento hasta que llegó a la final y se quedó con el quinto lugar; sin embargo, el inicio de su carrera se vio opacado por las duras críticas que recibió.
En una entrevista para Ventaneando, la cantante reveló que a pesar de que gracias al programa de TV Azteca pudo demostrar su talento como cantante, hubo quienes se enfocaron en su aspecto y le cerraron las puertas.
“Fui blanco de burlas en cuanto a mi físico, siempre he sido de cara redondita. En esa época de 'La Academia' estuve muy enferma de la voz y me tuvieron que dar un tratamiento muy fuerte de cortisona, el cual me hizo un efecto que se llama 'Cara de Luna'. Recuerdo en alguna ocasión haber ido con un productor para pedirle una oportunidad para una telenovela y me dijo: ‘Mírate, no eres para estar en una novela, para ser protagonista”, recordó.
La cantante, quien actualmente tiene nueve discos de estudio, aseguró que los ataques incrementaron de intensidad, pues además de criticar su aspecto, fue víctima de racismo por ser originaria de Oaxaca.
“Me causaba mucha tristeza, críticas, burlas comentarios, muchos de ellos por venir de Oaxaca (...) me llamaron 'india', que actualmente soy orgullosamente mexicana y orgullosa de mis raíces indígenas, pero en ese tiempo los comentarios despectivos y las miradas por encima del hombro dolieron mucho”, comentó.
Nadia continuó su carrera y se convirtió en ganadora de reconocimientos como la Musa de Plata del Auditorio Nacional, el título de Embajadora de la Música Mexicana en Nueva York y una nominación a los Premios Grammy, pero recuerda que al inicio se rodeó de personas que intentaron aprovecharse de su fama.
“Un novio que alguna vez tuve, sin que yo supiera, mandó a llamar a paparazzis para que nos tomaran fotos juntos (…) toqué fondo, me di cuenta de todo lo que iba a pasar conmigo, estaba tirada en el baño de mi cuarto y me dolía tanto el corazón que me dolía la piel físicamente y le pedí perdón a Dios, fui con mis papás y les pedí perdón. Ese mismo día vi cómo Dios comenzó a restaurar a mi familia”, dijo.