Murió 'Quino', el creador de Mafalda a los 88 años de edad

Las tiras cómicas de Mafalda se hicieron muy populares en Latinoamérica y otras partes del mundo como España, Francia y Grecia, entre otros países, todo gracias a su personaje principal, una niña preocupada por la humanidad y la paz mundial que pone en duda todo lo que los mayores le han enseñado. El responsable de estos cómics fue Salvador Lavado Tejón, quien murió este miércoles 30 de septiembre a los 88 años de edad.

Daniel Divinsky, quien trabajó durante un largo tiempo con el humorista gráfico e historietista argentino, dio a conocer la noticia en Twitter y recordó a Salvador Lavado Tejón como un hombre bueno.

“Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y el mundo, lo llorará", dijo Daniel Divinsky, su histórico editor, en Twitter.

De acuerdo con la agencia de información Reuters, Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, sufrió un accidente cerebro vascular en los últimos días y, a pesar de que los médicos lograron estabilizarlo en ese momento, su estado se complicó y dejó de responder a los tratamientos.

Así lo despidieron en las redes oficiales de Mafalda:

¿Quién fue Joaquín Salvador Lavado Tejón?

Salvador Lavado Tejón nació el 17 de julio de 1932 en Mendoza, Argentina. Fue su tío Joaquín Tejón, un pintor, quien lo encaminó en el mundo del arte y en 1945 ingresó a la Escuela de Bellas Artes; sin embargo, abandonó sus estudios en 1949 debido a que estaba “cansado de dibujar ánforas y yesos”.

Con 18 años se trasladó a Buenos Aires para perseguir sus sueños: dibujar historietas.

“El día que publiqué mi primera página pasé el momento más feliz de mi vida”, una declaración que recoge su página oficial sobre su debut en el semanario Esto es, en 1954.

Mafalda

Mafalda apareció por primera vez en Gregorio, el suplemento de la revista Leoplán el 29 de septiembre de 1964, luego se comenzó a publicar regularmente en el semanal Primera Plana de Buenos Aires.

La tira con las aventuras de Mafalda y sus amigos, Manolito, Susanita y Felipe comenzó a publicarse en el diario El Mundo, gracias al que adquirió gran popularidad. Al año siguiente, Mafalda y sus aventuras continuaron en el semanario Siete días.

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