Kate del Castillo y el día que Ana Gabriel le 'declaró su amor' y le pidió matrimonio

Kate del Castillo y Ana Gabriel mantienen una buena relación desde hace algunos años, tanto es así que durante una presentación, la cantante mexicana le ‘pidió’ matrimonio a la actriz, pero, ¿Cómo es realmente su relación?

Se sabe que las famosas mantienen una buena relación de amistad desde hace algunos años, por lo que cuando Ana Gabriel anunció su Tour por varias ciudades de Estados Unidos, la hija de Eric del Castillo no dudó en asistir a uno de estas presentaciones e incluso fue de las invitadas especiales del evento.

El concierto al que asistió Kate del Castillo tuvo lugar en Inglewood, California, lugar que queda algunos minutos en carretera de Los Ángeles, lugar de residencia de la actriz, quien en las próximas semanas está por estrenar la tercera temporada de su serie: “La Reina del Sur”.

Ana Gabriel agradeció la presencia de su amiga en el concierto y adelantó algunos de los proyectos en los que la actriz estaría presente en los próximos meses, por lo cual incluso bromeó con pedirme matrimonio para que la mantuviera y la sacara de trabajar.

Esta anécdota ocurrió a mitad del concierto, cuando Ana Gabriel hizo notoria la presencia de Kate del Castillo entre el público.

“Kate se va a ir prontito, porque tiene otros proyectos. De verdad estoy casi a punto de pedirle matrimonio para que me saque de trabajar. Ya no quiero trabajar. Quiero vivir y disfrutar y toda la cosa”. Mencionó la cantante ante los miles de fanáticos que se encontraban en el recinto.

Esto causó la risa de varios de los asistentes e incluso de la propia Kate del Castillo, quien se puso de pie para saludar al público e incluso le mandó besos al escenario a la cantante.

Eric Castillo así reaccionó ante propuesta de matrimonio de Ana Gabriel a su hija

Tiempo más tarde, Eric del Castillo, papá de la actriz fue cuestionado por los medios de comunicación, sobre esta propuesta de matrimonio de broma que le hicieron a su hija, por lo cual se mostró un tanto molesto.

“La ponen ya hasta de lesbiana, ya ni la amuelan. ¡Por Dios, si no conociera yo a mi hija! En fin, son chismes a todo dar, calientes para el público y para la mala prensa que no respeta a las personas, que dicen una tarugada nomás para que salga la nota. Pero ya uno está acostumbrado, son tantos años en esta profesión que digo: ‘no hagan caso’”, dijo.

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