¡Amor eterno! Así fue la historia de amor de Flor Silvestre y Antonio Aguilar
Cuando ambos gozaban de fama y éxito profesional se casaron y formaron uno de los matrimonios más sólidos del espectáculo
Guillermina Jiménez Chabolla, mejor conocida como Flor Silvestre, fue una cantante y actriz que con su talento se convirtió en una de las figuras representativas de la Época de oro del cine mexicano, pero también fue la matriarca de una familia de artistas pues sus hijos Antonio Aguilar Jr, Pepe Aguilar y sus nietos Leonardo, Majo y Ángela siguieron sus pasos; sin embargo, una de las cosas que siempre ha llamado la atención de los seguidores de la artista es el matrimonio que tuvo con Antonio Aguilar.
Flor Silvestre comenzó su carrera en el teatro y la radio, en donde solía deleitar al público con su impresionante voz, pero en la década de los 50 su carrera tuvo gran auge gracias a su participación en Primero soy mexicano, una comedia ranchera protagonizada, escrita y dirigida por Joaquín Pardavé.
Su primer matrimonio fue con Francisco Rubianes, con quien tuvo dos hijos: Francisco Rubiales y Marcela Rubiales, pero se separaron en 1958. En este año, Flor Silvestre y Pepe Aguilar ya se conocían, pero únicamente tenían una relación laboral, pues el músico solía acudir al programa de radio de la XEW de la famosa.
Fue hasta que filmaron juntos la película El rayo de Sinaloa cuando comenzaron una relación que encantó a sus seguidores, pues mientras Flor Silvestre gozaba del éxito gracias a su voz y talento para la actuación, Antonio Aguilar era conocido como El Charro de México y ya era considerado una leyenda de la música popular mexicana.
"Entonces descubrí en ella su sentimiento, su sentir, su limpieza, su hermosura por dentro y por fuera, su manera de pensar, su sentimentalismo, su delicadeza, su femineidad y no tuve más remedio que enamorarme de ella", dijo en una ocasión el cantante.
Flor Silvestre reveló que tras el fin de su primer matrimonio comenzó a salir con Antonio Aguilar y juntos daban paseos a caballo en sus descansos, ya que trabajaban juntos en películas: “Llega Toni Aguilar y nada, mucho gusto, cantaba precioso, cosas clásicas, pasos dobles, así llegó a mi vida, cantando y yo cantando ranchero (…) hicimos películas, empezamos a pasear a caballo después del corte, él me prestaba un caballo, nos íbamos a pasear, ahí empezó”, expresó en televisión.
Los famosos se casaron en Zacatecas y durante varias décadas formaron uno de los matrimonios más sólidos del espectáculo nacional, hasta que Antonio Aguilar murió el 19 de junio de 2007, tras haber pasado 14 días en el hospital por una neumonía.
El Charro de México fue enterrado en su rancho en Zacatecas, una de las propiedades que la actriz y cantante atesoraba, así lo dio a conocer en el 2012 cuando se recuperó de una delicada cirugía y reveló que todos los días recordaba a su fallecido esposo, por lo que le gustaba admirar una fotografía que tenía en su casa.
“Me siento enfrente, todo el tiempo, lo veo y le pregunto si está bien lo que estoy haciendo, a veces me aprueba, a veces no. Está triste porque no está conmigo (…) habían pasado cinco años de su muerte y no me podía recuperar”, expresó en entrevista para Univisión.