Cuauhtémoc Blanco vendía casets en Tepito para ganarse la vida; Así fue su infancia

Cuauhtémoc Blanco contó como fue su etapa como comerciante en Tepito cuando era adolescente

Cuauhtemoc Blanco (Getty)

Cuauhtémoc Blanco es uno de los jugadores mexicanos que tuvo un gran éxito en el balompié, incluso es considerado como un ícono del América; es el segundo de seis hijos y durante toda su infancia vivió en Tepito, mismo lugar donde comenzó su carrera.

El jugador, que desde pequeño es americanista, en entrevista con Gustavo Adolfo Infante habló sobre su infancia en Tepito y sobre los inicios en el fútbol mexicano.


De acuerdo a lo que dijo el ahora político, él tenía un amigo en Tepito quién se encargaba de criar perros para después venderlos; Cuauhtémoc se encargaba de vender a los cachorros en el mercado cuando tan solo tenía 14 años.


“Yo gritaba ‘Llévese un chau chau barato… mire’, yo tenía en aquel entonces 12, 14 años. Yo llevaba a los perros en cajas de huevo, 3 perros en una caja de huevo, Los perros luego se me salían, se le caían las orejas”, mencionó el exnovio de Galilea Montijo.

Cuauhtémoc Blanco recibía una cantidad de dinero por vender a los cachorros y si él conseguía venderlos por un mayor precio, esa diferencia era ganancia para él. Cuando el jugador junto a su familia se cambiaron de casa, tuvo otro trabajo que consistía en vender casetes.


“Mi mamá me presenta a una amiga que vendía casets de Juan Gabriel, Vaselina, José José, y yo llevaba mi diablito y ponía mi puesto. ¿Sabes qué? Había mucha gente de provincia que venía a comprar. Haz de cuenta, los dábamos en 3 o 5 pesos y ellos lo vendían en 10”, mencionó el conductor.

Durante ese trabajo, Cuauhtémoc no se daba cuenta de que los clientes algunas veces se llevaban pares de más y eso se lo descontaban de su sueldo: “La gente cuando yo tenía las cajas de huevo, cuando me agachaba se robaban los calcetines y entonces ahí ya te pones a las vivas”, mencionó.

Otro de los trabajos que Cuauhtémoc Blanco realizó en su estancia en Tepito fue el de “viene viene”, el cual consistía en cuidar coches, trabajo que le remuneraba de mejor manera.


“Era una muy buena lana. Como no había lugar para el estacionamiento, entonces yo me levantaba sábado y domingo a las 5:00 de las mañana a apartar lugar con piedras, con lo que pudiera y ya empezaba a discutir con uno de ‘no esos son mis lugares”, comentó el jugador.


  • Andrea Nabor
  • Coordinadora de Revista Fama y redactora de contenido sobre celebridades, moda, series, tendencias y entretenimiento. También me gusta escribir sobre estilo de vida. Antes de ser editora digital en Milenio, fui redactora de gastronomía en un periódico nacional y soy egresada de Comunicación y periodismo de la UNAM.