Brincos Dieras pasó de la pobreza a la fama, así fueron sus difíciles comienzos en Monterrey

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Brincos Dieras, el reconocido comediante mexicano, revela las dificultades que vivió en su infancia

Brincos Dieras vivió humildemente (Instagram y unsplash)

Brincos Dieras, también conocido como el payaso más irreverente de la televisión, hoy en día es uno de los comediantes con más fama, lo que le ha valido para acumular una gran fortuna, sin embargo, pocos saben sobre cómo fueron sus difíciles inicios.

En una reciente entrevista con Yordi Rosado, Brincos Dieras compartió conmovedoras anécdotas de su infancia, pues, dijo, vivió en una casa de madera junto a sus hermanos, quienes algunas veces incluso no tenían para solventar sus necesidades básicas.

Así fue la difícil infancia de Brincos Dieras

Es por ello que desde muy joven, Brincos Dieras aprendió a entretenerse con lo que la naturaleza le ofrecía. "No tenía juguetes, jugaba en la calle con una rama, matando palomas o abejas," recuerda con nostalgia.

Uno de sus pasatiempos favoritos era amarrar hilos a unos escarabajos verdes llamados "mayates" y hacerlos volar como si fueran drones. "Nos divertíamos mucho con los mayates o las chicharras, las poníamos en la boca para que hicieran ruido," comentó el comediante.

La situación económica en su hogar era precaria, y la comida escaseaba a menudo. "No faltaba la tortilla con sal," menciona, recordando cómo su madre reutilizaba las tortillas duras, untándolas con manteca de puerco y sal para alimentarlos.

"No había refrigerador, así que comprábamos para el momento: dos tomates, tres chiles y cinco huevos," explica, pues además dijo que su madre se las ingeniaba de alguna manera para solventar las necesidades básicas que tenían en ese momento.

Brincos Dieras vivió una infancia complicada (Instagram)

"Las mamás son fantásticas, hacen milagros con lo que les des," subraya, admirando la capacidad de su madre para alimentar a toda la familia con tan pocos recursos.

El calor de Monterrey también representaba un desafío significativo. Brincos Dieras recuerda cómo sobrevivían con un solo abanico para toda la familia. "Era un abanico que sacamos fiado, duró como diez años”, contó.

A pesar de las dificultades, Brincos Dieras guarda un recuerdo positivo de su niñez. "Recuerdo mi infancia como una chingona," afirma, destacando cómo la imaginación y las ganas de vivir superaron las limitaciones que tenían en ese momento. Sus experiencias de vida no solo moldearon su carácter, sino que también se reflejan en su comedia, la cual ha sido aceptada por todo el público.

De hecho, durante la entrevista, Yordi Rosado subrayó que tal vez ese es el motivo por el que conecta con todo el público, pues trabajó en varios oficios como albañil o vendedor de frutas y al momento de hacer comedia habla también desde su experiencia.


  • Andrea Nabor
  • Coordinadora de Revista Fama y redactora de contenido sobre celebridades, moda, series, tendencias y entretenimiento. También me gusta escribir sobre estilo de vida. Antes de ser editora digital en Milenio, fui redactora de gastronomía en un periódico nacional y soy egresada de Comunicación y periodismo de la UNAM.